Auge de las empresas digitales y cumplimiento normativo: ¿De qué manera les afecta la ley?

15 Oct Auge de las empresas digitales y cumplimiento normativo: ¿De qué manera les afecta la ley?

Una nueva década se abrió hace unos años: las redes sociales y su apogeo. En el caso de muchas empresas digitales, su prosperidad empezó con la plataforma Instagram, y aquellas empresas digitales que lograron progresar y hacerse con un séquito de clientes férreos y permanentes se vieron en la necesidad (y, sobre todo, en la obligación) de implementar una cierta regulación dentro de sus actuaciones para conseguir estar en cumplimiento normativo con la ley vigente. 

Poco a poco han sido cada vez más empresas digitales las que se han ido sumando a este comercio en pleno esplendor y desde los órganos reguladores cada vez ha sido mayor la necesidad de crear una Europa adaptada a la era digital. Desde la web oficial de la Unión Europea se nos informa que existen más de 10.000 plataformas digitales en la UE y el 90 por ciento se trata de pequeñas y medianas empresas. Pero no hay duda de que todavía existe un vacío de regulación muy grande en este sector. 

Demasiada ambición, demasiado comercio en redes sociales, demasiada demanda y tipos de perfiles. Esto hace que muchas pequeñas empresas digitales puedan pasar desapercibidas y ni siquiera se vean en la situación de declarar aquello que perciben. Todo esto ha hecho que el legislador haya desarrollado un punto de vista mucho más crítico y que haya empezado a tomar cartas en el asunto, proponiendo y propulsando nuevos medios de control. 

Un ejemplo es la nueva era de la fiscalidad digital: las haciendas de todo el mundo están al tanto de todas estas modificaciones en los sistemas empresariales y de estas nuevas modalidades. En España, por ejemplo, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez ha asegurado que ‘’impulsará la fiscalidad digital’’. En definitiva, la economía digital está en auge y, cada vez más, los órganos y la ley tendrán que regular con mayor nivel de detalle las nuevas empresas digitales para que, de esta manera, no puedan evadirse de la responsabilidad de la ley. 

Para entrar en materia y contextualizar un poco aquellas acciones que se pueden regular a través del comercio digital, os proponemos la lectura de la sentencia nº 126/2008 del Juzgado de Primera Instancia Nº2 de Castellon. En ella, podemos observar la responsabilidad civil que tiene una entidad bancaria digital en operaciones de phishing: la sentencia condena a la entidad bancaria a devolver la cantidad perdida por un cliente al realizar varias transferencias debido a que ésta debió facilitarle “las advertencias necesarias para evitar el fraude en el comercio electrónico con anterioridad a que se produjeran las controvertidas transferencias”.

El phishing es un delito muy común en las empresas del entorno digital: es aquel delito en el que se emplean un conjunto de técnicas que persiguen el engaño a una víctima ganándose su confianza haciéndose pasar por una persona, empresa o servicio de confianza para manipularla y conseguir información confidencial como contraseñas y números de tarjetas de crédito.  En este caso, cuando el cliente accedió a transmitir esta información, lo hizo a través de una página web trucada que reproducía fielmente la de la entidad de crédito, alojada en un servicio de hosting (entendemos hosting como el alojamiento web, el servicio que provee a los usuarios de Internet un sistema para poder almacenar información, imágenes o cualquier contenido accesible vía web) anónimo bajo un nombre de dominio muy similar al de la entidad de crédito. 

Desde Kernel Legal nos ponemos a tu disposición para ayudarte a proteger tu negocio digital, así como para limitar tu responsabilidad civil y penal en estos casos, a través de un plan de cumplimiento normativo completo y a medida. Ponte en contacto con nuestro equipo de abogados: podemos ofrecerte el asesoramiento que necesitas. 

Por Ana Robles García | Área Jurídica de Kernel Legal