21 Nov Consejos para disfrutar de las Navidades cuando los padres están separados
Las vacaciones de Navidad son unos días para dedicar a la familia o, por lo menos, así nos lo hacen percibir todas las campañas navideñas, películas, series, anuncios, etc. Es por ello que pueden ser unas fiestas un tanto complicadas si te encuentras en un procedimiento de divorcio o de separación. Además, para los hijos en común tampoco es fácil, ya que están acostumbrados a unas vacaciones con una familia unida, y a partir de ahora, no será de esta forma.
Pensando en esta situación, en este post os transmitimos algunos consejos para evitar el sentimiento de pérdida y para disfrutar tanto o más de las vacaciones que antes de tomar la decisión de separarse o divorciarse. Más allá de la práctica estrictamente legal, nuestra experiencia nos muestra que existen situaciones de conflicto que se repiten y que, por el bien de los hijos y de cada miembro de la pareja, es mejor evitar. También que hay ciertas prácticas positivas que conviene cultivar, como las que os proponemos a continuación.
1. Transmitir a los hijos en común el cariño suficiente
Para que los niños no experimenten sensación de abandono, cuando te corresponda el periodo de guarda de los menores demuéstrales que les quieres y que siempre te tendrán pase lo que pase y ante cualquier situación que depare la vida.
2. La nueva situación no cambiará el amor y estima hacia ellos
Es importante hacer saber a los menores que la nueva situación no cambiará el amor y estima que tienen los padres hacia ellos, por muchas cosas que pasen, ya que siempre les tendrán a los dos incondicionalmente, por igual, y sin excepciones. Por ello, es imprescindible no hablar mal del otro progenitor en presencia de los hijos, para evitar sentimientos negativos futuros.
3. Libertad para expresar sus sentimientos
Es básico hacer que los hijos se sientan con total libertad para expresar sus sentimientos, tanto con uno como con el otro progenitor, para que ambos estén al día de sus sensaciones y puedan buscar soluciones, de común acuerdo, si se precisan. Además, hay días o momentos en que pueden estar más tristes de lo habitual por las circunstancias, al ser éstas diferentes a las experimentadas en otros años, por lo que todavía resulta más necesario que puedan desahogarse y tener la confianza suficiente con ambos para expresarse y llorar si es preciso.
4. Recibir regalos equilibrados en ambos domicilios
Es muy importante mantener contacto con el otro progenitor en lo que a los regalos de los hijos se refiere. Es decir, comunicarse acerca de los juguetes que quieren sus hijos para que reciban la misma cantidad en una casa que en la otra, y que éstos les hagan la misma ilusión, para que el pequeño sienta que ambos domicilios son su hogar. Si, además, resulta posible realizar la entrega de los regalos en común, mucho mejor, pero a veces no existe esa posibilidad.
5. Repartir de forma proporcional y paritaria las vacaciones
Dentro de lo posible, es necesario que las vacaciones se repartan entre los progenitores de forma proporcional y paritaria, a fin que los niños estén el mismo número de días con un progenitor que con el otro, o lo más ajustado posible. Si son muy pequeños, es bueno que no pasen muchos días sin ver al otro progenitor, para evitar este sentimiento de “abandono o pérdida” del que hablábamos.
6. Hacer planes y actividades que gusten a los hijos
Prepara planes y actividades que agraden a tus hijos para que su mente se mantenga ocupada y distraída, a fin de que conciban las Navidades como algo divertido y como unos días en los que pueden disfrutar y gozar de sus padres de forma más especial que el resto del año.
7. La relación entre ambos progenitores debe ser cordial
Para que los hijos no noten tensión entre sus padres, es importante que ambos se esfuercen, más de lo habitual, en tener una buena comunicación entre ellos para que los hijos sientan que se apoyan por ellos.
Si te encuentras inmerso en un procedimiento de divorcio o de separación, no tienes que concebir las vacaciones de Navidad como algo sentimental y más bien triste, sino todo lo contrario: dale la vuelta a la situación y siéntate afortunado por tener todo lo que tienes. Además, tus hijos merecen que celebres la Navidad por todo lo alto.