23 Jun Compliance: ¿Cómo afectaría el ‘Brexit’ al cumplimiento normativo de las multinacionales?
España es el octavo país de la Unión Europea más expuesto a la posible salida de Reino Unido de la UE, es decir, al ‘Brexit’ del que tanto se habla en los últimos días. Las empresas nacionales con presencia en este país son muchas y muy variadas, y esa potencial salida traería de la mano implicaciones en materia legal y de compliance o cumplimiento normativo que analizamos en este post. ¿A qué peligros se expone una multinacional ante un hipotético ‘Brexit’?
De acuerdo con el Índice de Sensibilidad al ‘Brexit’ (BSI) elaborado por la agencia de calificación Standard & Poor’s (S&P), el sector financiero y las inversiones de las empresas españolas en territorio anglosajón están muy expuestas ante la posibilidad del ‘Brexit’. Así, la exposición de la economía española sería muy superior a la de países como Francia, Alemania e Italia por los grandes intereses que algunas de las principales corporaciones españolas tienen en Gran Bretaña.
De hecho, la Mesa Redonda Europea de Empresarios Industriales -que une a 51 de las multinacionales más importantes del continente, incluyendo a las españolas Telefónica, Inditex e Iberdrola- ha pedido públicamente, a través de una carta, la permanencia de Gran Bretaña en la UE. Según esta institución, “deshacer el mercado común y las reglas de gobierno de los 28 sólo servirá para reducir nuestra prosperidad. La inversión y la creación de empleo aumentan en una Europa unida. Y, aunque siempre respetaremos la decisión soberana del pueblo británico, entendemos que una Europa sin el Reino Unido sería más débil, como también lo sería Gran Bretaña fuera de Europa”.
En este sentido, el sector financiero estaría particularmente expuesto a estos daños, sobre todo teniendo en cuenta el peso de Santander y Sabadell. Se estima que Santander UK es depositario de entre el 10 y el 20 % de las cuentas corrientes británicas, mientras que Sabadell tiene depositadas en torno al 5%. En 2015, el grupo Santander obtuvo un 30% de su beneficio neto en Reino Unido y Sabadell, por su parte, un 17,2%.
Consecuencias para España en materia de compliance
La realidad es que las empresas españolas se enfrentarían a problemas no sólo derivados de la inestabilidad económica y de mercado consecuencia de un posible ‘Brexit’, sino que se generarían numerosos interrogantes legales y cierta inseguridad jurídica que podría perjudicar a aquellas sociedades que tengan presencia en Gran Bretaña. El paraguas de la Unión Europea da lugar a un mercado único, proporcionando un marco legal unificado y procesos comunes para los 28 estados miembros.
Por ello, la salida de Gran Bretaña de la UE produce grandes dudas: un ‘Brexit’ supondría el descuelgue del país con respecto a los tratados, normas y procedimientos aplicables en la UE. Indudablemente, la respuesta es que cualquier española empresa con presencia en Reino Unido deberá modificar sus estrategias de cumplimiento normativo o compliance para evitar problemas.
El principal problema podría ser el de las jurisdicciones aplicables. Un escenario posible sería una ‘doble vía’, de forma que las empresas que operan en el Reino Unido y en la UE serían susceptibles de ser reguladas por parte tanto de las autoridades del Reino Unido como de la UE, con arreglo a normas de ambas zonas. Así, ante una posible falta de coordinación entre los reguladores y los tribunales competentes, las empresas podrían quedar sujetas a las obligaciones de presentación paralela y enfrentarse a investigaciones iniciadas desde distintos frentes, en aplicación de normas legales potencialmente divergentes. De este modo, podrían producirse multas distintas en relación con la misma conducta.
Otra posibilidad es posible que Reino Unido pueda crear distintos incentivos o apoyos para las empresas británicas que supongan una ventaja para éstas con respecto al resto del marco comunitario, teniendo en cuenta que éstas dejarían de estar sujetas a los límites que marca el Derecho de la UE en cuanto a las ayudas de Estado. Por otro lado, ¿existe el riesgo de que, sin una posibilidad directa de acceder a los procesos de denuncia de la UE, las empresas británicas puedan estar en desventaja frente a los competidores establecidos en la UE tras la retirada del Reino Unido?
¿Cómo deberán cambiar la estrategias legales y de cumplimiento para garantizar el adecuado desarrollo del día a día empresarial? La realidad es que las implicaciones serían muy amplias y tocarían un espectro de temáticas de lo más variado: Derecho societario, protección de datos, competencia, norma antimonopolio, normativa laboral… Hay que tener en cuenta, además, que es posible que Reino Unido saliera de la UE sin ningún tipo de acuerdo de libre comercio.
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