La mayoría de tarjetas de crédito ofrecen dos modalidades distintas de pago:
Pago total. Las compras realizadas durante un periodo determinado (por ejemplo, un mes) se abonan en su totalidad al finalizar dicho periodo. Normalmente, sin intereses.
Pago aplazado. Puede dividirse el pago de una compra o conjunto de compras en función de distintos criterios: un número de meses determinados, un porcentaje de la deuda, o creando una cuota fija (por ejemplo, de 50 euros) que se irá abonando mes a mes para cubrir el crédito utilizado. Estas fórmulas implican intereses.
La modalidad de pago revolving funciona ofreciendo líneas de crédito al consumidor y permitiéndole aplazar el pago de sus compras, normalmente de forma muy prolongada o incluso indefinida. De la misma forma, la propia entidad, a lo largo de la vida de la tarjeta, suele operar con aumentos de los límites de crédito sin que el consumidor lo perciba. Con ello el cliente puede generar más deuda, al aumentar su posibilidad de uso y, consecuentemente, su posible endeudamiento.
Es habitual que el cliente siga usando su tarjeta dentro del límite de crédito y pagando pequeñas cuotas mensuales, sin que el principal de su deuda pendiente parezca disminuir nunca.
Cuanto más pequeña sea la cuota elegida y cuanto más tiempo aplaces el pago de tu deuda, más intereses se generarán: en la forma de pago revolving es habitual que se paguen ‘intereses sobre los intereses’, entrando así en una auténtica espiral de endeudamiento que puede llegar a duplicar e incluso triplicar el precio de una compra.
¿Quieres saber más? Lee nuestro artículo para Informativos Telecinco sobre los peligros de las tarjetas revolving.
La banca suele ofrecer modalidades de pago muy flexibles a los consumidores precisamente porque así se generarán más intereses a su favor.
En este momento, los propios intereses generan más intereses: se trata de los denominados intereses leoninos o abusivos, que exceden de los corrientes y suponen un agravante desmesurado para el deudor.
También debemos diferenciar los intereses de demora, relacionados con el impago de cuotas, que serán cláusulas abusivas cuando el interés fijado en el contrato, a la hora de aplicarse, supere el triple del interés legal del dinero.
En cuanto a los intereses remuneratorios, se trata de una cláusula abusiva cuando no ha sido negociada y fije un interés de demora que suponga un incremento de más de dos puntos porcentuales respecto del interés remuneratorio pactado.
Es frecuente encontrarnos con casos en los que se supera hasta el 30 por ciento TAE del valor de la compra“, tal y como asegura Eduardo Tornero, socio director de Kernel Legal.
Cuando nos encontramos con un TAE del 20 por ciento, ya es posible reclamar. Para que puedas orientarte, el Supremo, en la STS 149/2020, de 4 marzo de 2020, ha dejado claro que aquel interés que supere el doble del interés medio ordinario en las operaciones de crédito al consumo en la época en la que se concertó el contrato se considerará usurario.
Además, las entidades están obligadas a analizar tu perfil socioeconómico antes de ofrecerte una tarjeta revolving, así como a facilitarte información detallada, algo que se incumple sistemáticamente y que también abre la puerta a reclamar y a obtener la nulidad del contrato.
La buena noticia es que, durante los últimos años, los jueces se han pronunciado en muchas ocasiones en contra de este tipo de producto. En caso de reclamar, las posibilidades de éxito son muy elevadas.
Además, saber si puedes reclamar y cuánto dinero puedes recuperar es muy sencillo: tan solo necesitaremos analizar tu contrato y tus liquidaciones mensuales de deuda. Puedes comprobar tú mismo el tipo de interés (TAE) en cada recibo.
Ponte en contacto con nosotros y analizaremos tu caso sin compromiso.
Somos abogados especialistas en Derecho Bancario y hemos tramitado cientos de reclamaciones contra la banca de forma exitosa. Contarás con la tranquilidad de tener a tu disposición a un equipo cercano y profesional que velará por tus intereses y te ayudara a evitar este tipo de situaciones en el futuro.
Te ayudaremos a lograr la nulidad del contrato, pudiendo recuperar la totalidad de los intereses y comisiones pagadas a la entidad.